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«Expresémonos con flores», este es el titulo de mi clase del sábado pasado, 24 de marzo en la universidad de Salamanca. Y lo titulé así, porque creo que resume muy bien la síntesis de lo que quiero decir a mis alumnos. Las flores, las hojas naturales, las ramas, las piedras, la madera, el hielo,…. nos sirven para mandar ideas y sensaciones, y algunas veces también sentimientos.
Los actos protocolarios, de la diversa índole que tengamos, empresariales, institucionales, sociales,…. llevan siempre un mensaje que transmitir, de imagen de la organización que lo realiza, de objetivos que persigue, de perspectivas o modos de entender su actuación, ah, incluso de filosofía de base. Un mensaje predominante sobre otros que lo apoyan o que diversifican su dominio. Los organizadores de estos actos, deben conocer hoy en día, una amplia gama de disciplinas para hacer una propuesta inteligente, práctica y sutil, dentro de lo que D. Carlos Fuente denomina, «protocolo integral», que aúna comunicaciones, relaciones públicas, publicidad, creatividad, nuevas tecnologías, escenografía, interiorismo y florística. Aunar estas diferentes técnicas o disciplinas, es la labor que tenéis que realizar.
Con las flores frescas, es muy fácil mandar mensajes que son captados rápidamente. Mensajes no verbales que muchas veces tienen más fuerza que muchos discursos y palabras. Un diseño floral adecuado, que no vaya contra el propósito final del acto, como a veces ocurre, sino que lo amplíe, quedando marcado en la sensibilidad del público. Que se recuerde a la vez que los mensaje verbales que allí se escuchen. Tener en cuenta este potencial, es algo que nunca deben olvidar los expertos en protocolo, se debe cuidar y dar la importancia que tiene. No es sólo un aspecto decorativo, «para que el salón esté más bonito», es una vía importante de enviar mensajes, de manera más sutil, hablando a la sensibilidad. Que árido resulta un acto sin flores naturales, y que triste es que en pleno siglo XXI, consideremos al arte floral como un lujo superfluo, sin tener en cuenta su potencial expresivo.
Creo que los alumnos de este curso lo han entendido muy bien, hablamos mucho sobre esto, apelando a su lado más sensible, apostando como siempre por un mundo más verde y natural, donde las flores y las plantas naturales se constituyen como aliados frente al plástico, la polución, los ruidos y el estrés, que agobian al hombre en las organizaciones y en la vida diaria. Reflexionar, una mañana luminosa de marzo sobre estos temas, realizando arreglos florales llenos de mensajes, con unos alumnos tan entusiastas, ha sido un placer. Gracias a todos, y nuevamente os insto a abrir la puerta de vuestra casa, de vuestra vida y a empezar a recorrer este camino hacia lo natural, con los ojos abiertos, sin ningún tipo de prejuicio previo.
Hablé desde mi experiencia más personal y directa, sobre lo que para mí es el arte floral, la forma de expresarnos los floristas que amamos esta profesión, y que hacemos del poder de una flor fresca, nuestra insignia. Gracias José Luis Delgado por tu amistad y apoyo constante. …..Que me gusta mucho estar con vosotros, abogando por cosas sutiles y sencillas como las flores frescas.